Turismo en Palencia, la Bella Desconocida

Palencia es una pequeña ciudad situada en la zona interior de España, al norte de la región de Castilla y León. Es una ciudad típica castellana, apacible y muy atractiva para el turismo por su riqueza monumental e histórica y sus apreciados paisajes, además de su gran oferta comercial y gastronómica.

Conocida como Pallantia en la época romana, fue el lugar elegido por el rey de Castilla Alfonso VIII para establecer en ella la primera universidad de España en el año 1208. Actualmente cuenta con cerca de ochenta mil habitantes y está perfectamente comunicada, siendo un punto estratégico para el forastero.

En esta página web encontrarás una guía turística detallada sobre la ciudad de Palencia y toda la provincia. Un recorrido por su patrimonio histórico y artístico, museos, gastronomía, flora y fauna de la región, restaurantes, hoteles y casas rurales, haciendo hincapié en los pueblos con encanto.

Palencia con P

La ciudad de Palencia tiene la llave de una provincia que abarca una gran diversidad, desde la Montaña Palentina a la llanura de Tierra de Campos.

La Montaña Palentina es un entorno privilegiado por sus parajes naturales entre los que se destaca el Parque Natural de Fuentes Carrionas, la Ruta de los Pantanos, la Reserva del Bisonte Europeo, la Cueva de los Franceses, y el mirador de Covalagua.

En la zona norte predomina el arte románico donde aguardan pequeñas ermitas, monasterios y templos con muchos patrones de este estilo arquitectónico. Pero el románico no limita su esplendor a la montaña, el Camino de Santiago, que recorre la provincia de este a oeste, reúne algunos de los ejemplos más sobresalientes del románico español en las iglesias de Santiago de Carrión y San Martín de Frómista.

Durante muchos años se ha aplicado a la catedral palentina el apodo de “La Bella Desconocida” y ese mismo calificativo sirve para describir los encantos de la capital, que hace gala de uno de los conjuntos de arquitectura más interesantes de cualquier ciudad española. Para conocer Palencia el visitante debe entregarse al turismo urbano, callejear por las travesías que ramifican su calle Mayor, visitar las iglesias góticas y renacentistas, los emblemáticos puentes sobre el río Carrión y las extensas zonas verdes que inundan la ciudad. El Cristo del Otero que vigila Palencia desde un cerro y numerosos museos completan los atractivos culturales de esta ciudad desconocida por el turismo.

Cabe dedicar un apartado al Canal de Castilla, obra de ingeniería hidráulica que recorre la provincia desde la vega de Alar del Rey hasta los límites de Dueñas y Belmonte. Contó con un astillero de agua dulce en Villaumbrales, junto a la Casa del Rey. El turista puede repetir el espejismo de navegar en barco por el mar de Campos a bordo del Marqués de la Ensenada en Herrera de Pisuerga. Destacan las esclusas, el puerto fluvial de Alar del Rey, la dársena de Palencia y las rutas en bicicleta siguiendo el canal.

Dos son los ríos, con sus respectivas vegas, que surcan la provincia de Palencia. El río Carrión discurre vertical desde la montaña cantábrica a la comarca del Cerrato, donde se une con el río Pisuerga para desembocar juntos en el Duero. En su origen el río Carrión se nutre de la nieve de las cumbres en las que nace para surtir de agua los embalses. Siguiendo el curso fluvial se llega hasta la Villa Romana de La Olmeda en Pedrosa de la Vega, discurriendo después junto al Monasterio de San Zoilo en Carrión de los Condes. Se desdobla en dos a su paso por la capital dando lugar a la Isla Dos Aguas, fluye al pie del Escorial de adobe de Calabazanos y finaliza su curso en Dueñas junto a los monjes de la Trapa. Rodeado de bosques, el río Pisuerga nace en la Cueva del Cobre y también discurre vertical atravesando la provincia desde las zonas montañosas del norte, pasando por Aguilar de Campoo donde nos llega el aroma a galletas de su potente industria, mientras fluye hacia el sur. Desde el curso del río se divisan los restos medievales del Castillo de La Mota en Astudillo y la basílica de San Juan en Venta de Baños nos permite descifrar la magia de Palencia.

Diversos festejos populares llenan las calles de algarabía y júbilo popular. Especial relevancia tienen las tradiciones de carácter religioso celebradas en honor a los patronos de la ciudad. El día central de las fiestas grandes de Palencia es el 2 de septiembre, San Antolín. La Semana Santa, declarada fiesta de Interés Turístico Internacional, y la romería de Santo Toribio, con la pedrea del pan y el queso desde el cerro del Otero, son algunas de las más interesantes. Fuera de la capital, destacan las alfombras de flores que llenan las calles de Carrión de los Condes el día de Corpus Christi, una tradición que destaca por su singularidad y vistosidad.

En la gastronomía, el lechazo asado es la estrella de los fogones; igualmente es tradicional la menestra de verdura elaborada con productos de la huerta palentina, la sopa castellana y los platos de caza, como las perdices escabechadas. También son habituales los platos con cangrejos o caracoles, especialmente sabrosos por las salsas que los acompañan; sin olvidarnos de los embutidos de Palencia. Para poner el punto dulce, entre los postres más emblemáticos están los amarguillos de Villoldo, las orejuelas con miel, la leche frita y las ciegas de Saldaña.