Monte El Viejo es un espacio natural a tan sólo seis kilómetros del centro de Palencia. Bosques de encinas y quejigos, así como otras plantas arbustivas de menor tamaño como la madreselva, el rosal silvestre o el espino blanco junto a otras aromáticas como el tomillo, el romero o la jara.
Sorprende encontrarse hoy en día este oasis verde tan cerca de una capital de provincia, pero Palencia ha sabido conservar este entorno natural, a pesar del paso del tiempo.
Doce veces más grande que El Retiro, su extensión alcanza las 1435 hectáreas. Existe una gran red de caminos y senderos facilitan su recorrido tanto a pie como en bicicleta. Además, está conectado con la capital por un carril bici, lo que ofrece multitud de posibilidades deportivas, como rutas en BTT o senderismo por el monte.
La historia del Monte El Viejo ligada a la capital palentina se remonta ochocientos años atrás, cuando el Rey de Castilla Alfonso VIII vendió este monte a la ciudad de Palencia y al Cabildo de la Catedral en el año 1191. A lo largo de estos ocho siglos el Monte El Viejo ha sido muy apreciado por los palentinos como fuente de recursos naturales, siendo un lugar de caza, sirviendo de pasto para el ganado, sus árboles origen de buena madera, leña y bellotas, y un largo etcétera de usos.
Sin embargo, el Monte El Viejo actualmente es utilizado como lugar recreativo y de ocio por las numerosas posibilidades que ofrece el entorno para gente de todas las edades. En su interior es posible disfrutar de una reserva ciervos y de infraestructuras deportivas, tales como piscinas o pistas de tenis y baloncesto, así como restaurantes, zona de barbacoa y merenderos. Esto lo ha convertido en uno de los lugares preferidos de los palentinos para disfrutar de su tiempo libre.
Varios rincones, que son principio y fin de algunas de las rutas que pueden hacerse por este monte, y alrededor de los que se encuentran las principales instalaciones son:
- La Casa Grande, construida en el siglo XVI para acoger a los guardas que vigilaban el monte. Hoy es un restaurante que en sus proximidades tiene circuitos deportivos, zona de juegos infantiles, pistas deportivas y varias fuentes.
- La Casa Pequeña fue construida en el siglo XVIII y mantiene su uso inicial al ser la vivienda del guarda municipal. Junto a la casa un bonito mirador que ofrece las que para muchos son las mejores vistas de Palencia y de los páramos que la rodean.
- El Refugio, bar-restaurante en un edificio contemporáneo. Situado junto a las piscinas municipales, una zona de barbacoas y mesas para almorzar y un parque de ciervos.
Personalmente, lo que más me gusta del Monte el Viejo es contemplar, a la vez que caminamos, la naturaleza y los elementos que la integran, cómo cambian con las estaciones, y sentir la tranquilidad de este espacio natural y el aroma de las diferentes plantas que forman el bosque a través de alguna de sus rutas. Unas rutas que nos permitirán disfrutar de un reducto de bosque mediterráneo junto a la ciudad de Palencia.