Moarves de Ojeda

Este pequeño pueblo del norte de Palencia, Moarves de Ojeda, esconde un tesoro para los amantes del arte románico. Su iglesia, dedicada a San Juan Bautista, es una obra maestra del románico palentino.

Frente a la Iglesia se puede ver la Casa de los Calderones, una casa solariega, con dos escudos a sendos lados de la portada, que perteneció al linaje de los Calderón de la Barca.

Friso de la Iglesia de San Juan Bautista en Moarves de Ojeda (Palencia)
Friso de la Iglesia de San Juan Bautista en Moarves de Ojeda (Palencia)

Iglesia de San Juan Bautista

La iglesia de San Juan Bautista fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1931. Es una pequeña iglesia construida a finales del siglo XII

La iglesia de San Juan Bautista no pasa desapercibida por su imponente portada. Cinco arquivoltas decoradas con motivos vegetales y geométricos se sustentan sobre las columnas, que revisten unos capiteles de bella factura. Sobre la portada se encuentra el friso, la figura de Cristo rodeado de los doce apóstoles.

Pero las sorpresas no acaban en la portada, en el interior de la iglesia encontraremos otra joya junto al altar, una pila bautismal esculpida con el mismo motivo decorativo que el friso de la portada.

La iglesia de Moarves de Ojeda sólo abre sus puertas durante los actos de culto. Su interior también puede visitarse durante los meses de verano, dentro del programa de apertura de monumentos del románico palentino que auspician la Diputación Provincial de Palencia y la Junta de Castilla y León.

El escritor Miguel de Unamuno también conoció el románico palentino y se quedó sorprendido con la portada de la iglesia de San Juan de Moarves, dejando sus impresiones plasmadas en los siguientes versos:

“Una bella portada de encendida encarnadura, de piedra, donde Cristo rodeado de los cuatro animales simbólicos de la Esfinge y en medio de la docena de apóstoles.

Debajo, el arco ajedrezado de la puerta. Y arriba, en la torre, la cigüeña ha fabricado un nido en copa de leña, obra de arquitectos también.

Le lanza a uno ese nombre, Moarves, a soñar en unos presuntos mozárabes que, al amparo del Cristo de la puerta, se acogieron, merced a la reconquista románica y visigótica, al redel de la raza.”

MIguel de unamuno