Descubre los pueblos más bonitos de Palencia, ubicados en atractivos entornos naturales y con monumentos históricos de gran interés turístico para el visitante.
Además de Palencia capital, la provincia tiene rincones con encanto en todo su territorio. Es una región de contrastes; las cadenas montañosas y la llanura castellana; historia y tradición unido a modernidad; parques industriales y pequeños negocios artesanales, etc.
En la Ruta de los Pantanos, desde Guardo hasta Aguilar de Campoo, pasando por Cervera de Pisuerga, encontramos los embalses más importantes de la provincia cerca del nacimiento de los ríos en la Montaña Palentina. La zona norte de Palencia es un territorio salpicado por multitud de monumentos románicos que han convertido a la provincia en la mayor concentración de arte románico de toda Europa. Uno de los ejemplos más llamativos de este estilo arquitectónico es la iglesia de San Juan Bautista de Moarves de Ojeda.
En las proximidades de Saldaña, ubicada entre el valle de la Cueza y la Valdavia, la localidad más popular es Pedrosa de la Vega. Allí se puede visitar la Villa Romana La Olmeda, cuyo mayor atractivo son, sin duda, los mosaicos.
En Tierra de Campos nos encontramos con Ampudia y Támara de Campos. La comarca acoge el Camino de Santiago a su paso por localidades como Boadilla del Camino, Frómista, Villalcázar de Sirga y Carrión de los Condes. La iglesia de San Martín en Frómista, el templo construido por la orden de los Templarios en Villalcázar de Sirga y el Monasterio de San Zoilo en Carrión de los Condes bien merecen una visita.
En la comarca del Cerrato, nos encontramos numerosos puntos de interés: el Castillo de la Mota en Astudillo, el Monasterio Ntra. Sra. de la Consolación en Villamuriel de Cerrato, la renacentista iglesia de San Millán en Baltanás, el Monasterio de La Trapa en Dueñas, las ruinas del castillo y de la iglesia de Santa Eulalia en la localidad de Palenzuela, el Castillo de los Sarmiento en Fuentes de Valdepero y la Basílica de San Juan en Baños de Cerrato son algunos de los ejemplos más significativos.
Para aquellas personas que disfrutan del turismo de interior, Palencia es una provincia que merece la pena recorrer con tranquilidad, pueblo a pueblo, rincón a rincón. Conocer su historia, adentrarse en lugares con encanto e inmortalizar paisajes y monumentos únicos.