En una pequeña localidad del Cerrato palentino, a escasos diez kilómetros al sur de la capital, encontramos la iglesia más antigua de España que aún se conserva en pie en la actualidad. En la población de Baños de Cerrato, perteneciente al término municipal de Venta de Baños, se erige la Basílica de San Juan de Baños, una joya de la arquitectura visigoda declarada Bien de Interés Cultural desde 1897.
La historia de la localidad se encuentra ligada a su ubicación en la vega del río Pisuerga, lo que seguramente garantizó los asentamientos de población en la zona desde tiempos prehistóricos. Su pasado romano queda patente a través de los restos de un templo romano que posteriormente se emplearon en la construcción de la icónica basílica visigoda de San Juan de Baños.
Una de las mejores épocas para visitar Baños de Cerrato es en septiembre, pues esta localidad palentina se llena de luz, música y poesía. Desde hace años, se encienden cerca de cinco mil velas por las calles principales de la ciudad y alrededor de los monumentos más emblemáticos: la basílica de San Juan de Baños, la fuente y la iglesia de San Martín de Tours. Este encendido de velas, que comenzó siendo una reivindicación de los atractivos de este pequeño pueblo, se ha convertido en una tradición muy bonita.
Basílica de San Juan de Baños, la más antigua de España
Fundada en el año 661 por el rey Recesvinto, el origen de la basílica de San Juan de Baños está grabado en piedra sobre el arco triunfal del templo. Ostenta el título de ser el templo más antiguo de España que se mantiene en pie. Tiene planta de tres naves separadas por arcos de herradura y tres ábsides que han sufrido algunas reformas con el paso de los años. Aún así, se conserva una notable porción de su primitiva estructura visigótica original y mantiene su sencillez y discreto decorado.
En sus columnas quedan algunos vestigios de la construcción romana que había en el lugar en el que se erigió la basílica, tales como capiteles clásicos y muchos de los fustes de sus columnas. También en el interior se encuentra la dedicatoria a San Juan Bautista y una valiosa estatua de alabastro con la imagen del santo. Me llamó la atención, sobre todo, la escasez de ventanas.
La basílica se encuentra rodeada de una zona verde y arbolada que contribuye a realzar su imagen. Es de modestas dimensiones y probablemente su función litúrgica se orientase a una reducida población para la que debió de ser más que suficiente.
El templo se encuentra en las proximidades de la Fuente de San Juan, también de origen visigodo, que suministraba agua a las termas romanas de época. Cuenta la leyenda que el rey Recesvinto tras una batalla con los vascones decidió parar a descansar en este pueblo, pues tenía una afección renal preocupante. Tras beber las aguas de esta fuente el rey recobró la salud y por este motivo decidió levantar en aquel lugar este templo dedicado a San Juan Bautista. Leyendas como esta, que muchas veces envuelven de misterio el origen de los templos, les dan grandeza a estos lugares.
En una excavación arqueológica cerca de la basílica, se descubrió el ara de las Ninfas, con una dedicatoria a las diosas benéficas del manantial que actualmente se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, junto con otras obras que hacen un recorrido por la historia de España y el la que se pueden ver numerosos vestigios encontrados de la provincia de Palencia.