Historia de Palencia

La historia de Palencia se remonta a la antigüedad, con asentamientos prerromanos en el lugar donde se encuentra la ciudad actual, a la que los vacceos llamaron Pallantia.

Historia en cada paso

La capital de Palencia es una ciudad que conserva el aire de una urbe típicamente castellana. Se encuentra situada en medio de una gran llanura, en Tierra de Campos, bañada por las aguas del río Carrión. Enclavada sobre lo que fuera el asentamiento de la tribu vaccea, luego fue conquistada por los romanos en el siglo II a.C.

El desarrollo de Palencia como ciudad arranca en el siglo XI, y ya en los albores del siglo XV se convirtió en un importante foco de industria pañera.

Una de las mejores panorámicas de la ciudad se divisa desde el Cerro del Otero junto a la escultura del Cristo del Otero, de Victorio Macho.

Palencia es tierra de paisaje, de rutas por la historia, por el arte románico palentino, por los dominios de Roma y por los castillos legendarios.

Los Vacceos

La memoria de Palencia se pierde en los días de la Iberia prerromana, cuando los vacceos fundaron a la margen izquierda del río un asentamiento rodeado de sólidas murallas que las crónicas romanas llamaban Pallantia.

Pallantia era el centro estratégico de una amplia región ganadera y agrícola. Se trataba de una ciudad económicamente pujante, con singular importancia militar.

Tras guerras con los romanos, los palentinos quedaron integrados en la demarcación administrativa del conventus cluniensis. Por Palencia pasaba la calzada romana que unía Asturica Augusta (Astorga) con Tarraco (Tarragona).

Pallantia era una de las ciudades principales de la Región Vaccea fundada por uno de los jefes vacceos llamado Palatino. Los vacceos eran un pueblo agrario que contó en Palencia con numerosos asentamientos, como Carrión de los Condes o Paredes de Nava. En excavaciones hechas en Palenzuela y Tariego de Cerrato se han encontrado vasijas de cerámica pintada, collares de vidrio y huesos de este pueblo.

Palencia romana

En la época romana Palencia adquirió gran importancia como punto clave de aprovisionamiento del ejército romano que llevó a Palencia a convertirse en un importante cruce de grandes vías que unían Numancia, Clunia, Asturica Augusta y Legio VII, entre otras.

Los visigodos

En la Hispania visigoda, Palencia fue sede episcopal de la Iglesia católica desde el siglo IV. Con los visigodos llegó una de las etapas de mayor esplendor para la ciudad, pues fue una de las sedes de la Corte. Aún se conservan restos visigodos en la cripta de San Antolín, bajo la actual Catedral de Palencia, y en la iglesia de San Juan de Baños (siglo VII), situada en la cercana localidad de Baños de Cerrato, a tan sólo 7 km de la capital y considerada la obra cumbre de la arquitectura visigoda y la iglesia más antigua de España.

La actual provincia de Palencia estaba en su origen cubierta de bosques de pinos y encinas. Pequeñas aldeas y la capital como único núcleo importante. Pero los musulmanes fueron los artífices de este paisaje estepario, pues talaron o quemaron los bosques del contorno como medida defensiva.

Palencia fue un enclave importante durante los siglos XII y XIII, como cabeza de una región de gran importancia agrícola. Dos concilios tuvieron aquí su sede, en 1113 y 1124.

La primera universidad de España

A comienzos del siglo XIII, el rey Alfonso VIII con la ayuda del Obispo Tello Téllez de Meneses funda el Estudio General de Palencia, una institución educativa que fue la primera Universidad de España. En ella enseñaron profesores de todo el mundo y estudió Santo Domingo de Guzmán.

Y tras su rey y benefactor marcharon las mesnadas palentinas en la batalla de las Navas de Tolosa , donde se distinguieron por su lealtad y valor. En tal lid ganaron la divisa de su escudo heráldico: Palencia, armas y ciencia.

Es también de destacar que, en 1388, mientras los hombres palentinos estaban en el frente, fuera de la ciudad, las tropas inglesas del duque de Lancaster llegaron con intención de saquear Palencia. La ciudad fue defendida valerosamente por las mujeres palentinas evitando que Lancaster sometiera Palencia. Tras esta victoria, se premió a la mujer palentina con la banda dorada de honor, que hasta entonces estaba reservada exclusivamente a los hombres, y hoy día perdura en traje regional.

La industria textil

Durante el medievo la industria textil reportó grandes beneficios económicos y sociales a la ciudad, pero al gran crisis de la lana castellana que sobrevendría a mediados del siglo XVI conllevó amenazas de ruina.

La Revolución Industrial

La creación de industrias harineras a finales del XVIII solventó parcialmente la decrépita economía. Pero el estado del campo era nefasto, y los proyectos de regeneración no solucionan el problema. Las tensiones sociales estallaron en 1856, cuando el campesinado se rebeló contra los terratenientes y la administración pública.

El mundo contemporáneo

Durante el siglo XIX, se derribó la muralla de la ciudad.

El siglo XX dejó una importante huella en la ciudad. La guerra civil española favoreció, hasta cierto punto, el desarrollo económico de la ciudad, cuyas industrias más importantes, harina, lana y armas, eran imprescindibles para el abastecimiento de los ejércitos.

En el siglo XX destacó la actividad creativa de importantes artistas palentinos, como el escultor Victorio Macho con su célebre Cristo del Otero o el arquitecto Jerónimo Arroyo que dejó en la ciudad multitud de edificios y palacios como el Palacio de la Diputación.

Los últimos años

Puede calificarse esta ciudad como un lugar donde aún reina la tranquilidad. Tenemos una Palencia anciana que corre paralela al río Carrión estilizando su estrecho casco urbano, con calles alargadas y estrechas salpicadas de templos. Otra moderna, con trazado de damero, que ha invadido el llano allende las vías del ferrocarril: los nuevos barrios racionalmente edificados y con aceptables equipamientos, aunque de ambiente impersonal. Más allá de la calle Mayor se extiende la avenida República Argentina en la que destaca el Instituto General Técnico y la plaza de España, en uno de cuyos laterales se levanta el monumento al Labrador. Tanto la Palencia antigua como la moderna está cuidada urbanísticamente, el casco antiguo…

Es la ciudad española que cuenta con mayor concentración de espacios verdes teniendo en cuenta el número de sus habitantes.