Historia en cada paso
La capital de Palencia es una ciudad que conserva el aire de una urbe típicamente castellana. Se encuentra situada en medio de una gran llanura, en Tierra de Campos, bañada por las aguas del río Carrión. Enclavada sobre lo que fuera el asentamiento de la tribu vaccea, luego fue conquistada por los romanos en el siglo II a.C.
El desarrollo de Palencia como ciudad arranca en el siglo XI, y ya en los albores del siglo XV se convirtió en un importante foco de industria pañera.
Una de las mejores panorámicas de la ciudad se divisa desde el Cerro del Otero junto a la escultura del Cristo del Otero, de Victorio Macho.
Palencia es tierra de paisaje, de rutas por la historia, por el arte románico palentino, por los dominios de Roma y por los castillos legendarios.
Los Vacceos
La memoria de Palencia se pierde en los días de la Iberia prerromana, cuando los vacceos fundaron a la margen izquierda del río un asentamiento rodeado de sólidas murallas que las crónicas romanas llamaban Pallantia.
Pallantia era el centro estratégico de una amplia región ganadera y agrícola. Se trataba de una ciudad económicamente pujante, con singular importancia militar.
Tras guerras con los romanos, los palentinos quedaron integrados en la demarcación administrativa del conventus cluniensis. Por Palencia pasaba la calzada romana que unía Asturica Augusta (Astorga) con Tarraco (Tarragona).
Pallantia era una de las ciudades principales de la Región Vaccea fundada por uno de los jefes vacceos llamado Palatino. Los vacceos eran un pueblo agrario que contó en Palencia con numerosos asentamientos, como Carrión de los Condes o Paredes de Nava. En excavaciones hechas en Palenzuela y Tariego de Cerrato se han encontrado vasijas de cerámica pintada, collares de vidrio y huesos de este pueblo.
Palencia romana
Los visigodos
La actual provincia de Palencia estaba en su origen cubierta de bosques de pinos y encinas. Pequeñas aldeas y la capital como único núcleo importante. Pero los musulmanes fueron los artífices de este paisaje estepario, pues talaron o quemaron los bosques del contorno como medida defensiva.
Palencia fue un enclave importante durante los siglos XII y XIII, como cabeza de una región de gran importancia agrícola. Dos concilios tuvieron aquí su sede, en 1113 y 1124.
La primera universidad de España
A comienzos del siglo XIII, el rey Alfonso VIII con la ayuda del Obispo Tello Téllez de Meneses funda el Estudio General de Palencia, en el que enseñaron profesores de todo el mundo, y en el que estudió Santo Domingo de Guzmán.
Y tras su rey y benefactor marcharon las mesnadas palentinas en la batalla de las Navas de Tolosa , donde se distinguieron por su lealtad y valor. En tal lid ganaron la divisa de su escudo heráldico: Palencia, armas y ciencia.
La industria textil
Durante el medievo la industria textil reportó grandes beneficios económicos y sociales a la ciudad, pero al gran crisis de la lana castellana que sobrevendría a mediados del siglo XVI conllevó amenazas de ruina.
La Revolución Industrial
La creación de industrias harineras a finales del XVIII solventó parcialmente la decrépita economía. Pero el estado del campo era nefasto, y los proyectos de regeneración no solucionan el problema. Las tensiones sociales estallaron en 1856, cuando el campesinado se rebeló contra los terratenientes y la administración pública.
El mundo contemporáneo
Los últimos años
Puede calificarse esta ciudad como un lugar donde aún reina la tranquilidad. Tenemos una Palencia anciana que corre paralela al río Carrión estilizando su estrecho casco urbano, con calles alargadas y estrechas salpicadas de templos. Otra moderna, con trazado de damero, que ha invadido el llano allende las vías del ferrocarril: los nuevos barrios racionalmente edificados y con aceptables equipamientos, aunque de ambiente impersonal. Más allá de la calle Mayor se extiende la avenida República Argentina en la que destaca el Instituto General Técnico y la plaza de España, en uno de cuyos laterales se levanta el monumento al Labrador. Tanto la Palencia antigua como la moderna está cuidada urbanísticamente, el casco antiguo…
Es la ciudad española que cuenta con mayor concentración de espacios verdes teniendo en cuenta el número de sus habitantes.